domingo, 9 de enero de 2011

No es lo mismo retroceder el tiempo que retroceder en el tiempo...

La imagen pertenece a Virginia Castillejo.

Según como yo lo entiendo, retroceder el tiempo podría explicarse como vivir de nuevo en el pasado, rejuvenecido y teniendo conciencia de todo lo que ocurrirá del año al que has regresado (por ejemplo, 2003) hasta aquél del que partiste (digamos, 2011). Obviamente, sería con el propósito de arreglar o cambiar algunos (o muchos) detalles de tu historia, cosas que hiciste, dijiste... o cosas que no. Sería poder vivir de nuevo algún episodio específico de tu vida.

En cambio, retroceder en el tiempo se referiría más bien a lo que vimos en Back to the Future: no seríamos nosotros mismos los protagonistas, sino que tendríamos que tratar de cambiar las decisiones o acciones de nuestro "yo del pasado" (el verdadero personaje principal) para cumplir con el objetivo del viaje. Evidentemente, sería casi como ser sólo espectadores de la propia vida, tal y como pasa con los recuerdos, pero con la diferencia de que tendríamos la oportunidad de cambiar lo ocurrido. El problema llegaría cuando estuviéramos cara a cara con nuestro "yo del pasado", quien irónicamente se convertiría en un perfecto desconocido, ya que ni siquiera sería posible saber qué está pensando justo en el momento del encuentro, pues como no recordamos haber sido visitados por nuestro "yo del futuro", estaríamos de repente en una situación que seguramente no podríamos manejar, tal vez ni siquiera lográramos persuadir a nuestro estúpido "yo del pasado" (sí, aquél culpable de las malas decisiones y de que ahora tengamos que hacer un viaje como este) para que haga lo que deseamos y así pudiéramos llevar a cabo nuestro objetivo principal. Muy complicado para mi gusto.

Por eso yo preferiría retroceder el tiempo... o bueno, eso creía hasta que pensé más detalladamente en el asunto y me di cuenta de algo: todos esos cambios que lograra en mi pasado tendrían consecuencias que no podría predecir, pues al no ser lo que originalmente había sucedido no habría forma de saber si realmente hice bien al regresar sino hasta que ya hayan pasado las cosas y, obviamente, la única forma de averiguarlo es regresando al año de partida (al presente, pues).

Pensando en todo esto había fantaseado con la idea de tener de nuevo 16 años y vivir una vez más el 2003. ¿Por qué elegir ese año? Pues lo habría hecho con el propósito de conocer antes a Dushka, ya que fue cuando llegó a México. Comenzaría nuestra relación desde ese entonces, acabaría mi prepa a tiempo y tal vez, hasta haría una carrera... Ya saben, eliminaría todas esas cosas que nos han dado problemas (un día les cuento la historia completa).

Preguntándome como lograr cada cosa, me doy cuenta de seguramente no me iría muy bien en mis intentos. Y no, no es por pesimismo, basta con imaginar la primera situación:

Como ya lo había mencionado, en el 2003 mi chica llega a México, tiene 18 años y está a punto de entrar a la universidad. Yo sólo tengo 16, y digo "sólo" porque en ese entonces mis papás me ven muy chica y casi no me permiten hacer nada. ¿Con qué pretexto habría salido a la calle a buscarla? Seguramente tendría que pedirle a alguno de mis amigos que fuera conmigo, diciendo en mi casa que voy a ir al cine o algo así. Pero ¿Cómo le explicaría a mi acompañante? Dudo que aceptara después de decirle "Hey, necesito ir a ver a una chava muy bonita que ni siquiera sabe que existo, pues en el futuro ella y yo vamos a ser pareja, por eso se me hizo muy romántico regresar y empezar nuestra relación unos años antes, pues ¡caray! es el amor de mi vida y quiero darle ese regalo". Si alguien me saliera con semejante cuento, no dudaría un segundo que se ha vuelto loco.

¿Podría lograr que me creyera? Supongo que si comienzo a decirle "En serio, vengo del futuro, si quieres te digo cosas que van a pasar" y luego menciono el Tsunami del 2004, el primer presidente negro en Estados Unidos, la muerte de Michael Jackson, los terremotos en Chile, etc. , menos me va a creer. Tendría que ir bien preparada, "predecir" algo que pasara en el 2003 en los primeros días de mi regreso a ese año pero, por ejemplo, si en este mismo momento regresara ya me habría jodido porque no recuerdo nada sobresaliente.

Haciendo de cuenta que mi amigo aceptara acompañarme a buscarla, más por curiosidad que por creer en mis palabras ¿Cómo lograría acercarme a Dushka? ¿De dónde podría decirle que la conozco? Supongo que lo mejor sería fingir que nunca la había visto, y tratar de ligármela, pues si comienzo con mi historia y luego para comprobarla le digo detalles de su vida que pocas personas o nadie sepa, seguramente saldría huyendo aterrorizada. Y ¿Entonces?

Mi novia dice que lo que sintió por mi el día que nos conocimos fue amor a primera vista, así que tal vez si me acercara a ella (en el 2003, sigo hablando del pasado) y le dijera algo como "Hola, te vi y no pude resistirme a hablarte, eres hermosa... " seguramente sonreiría mientras se ruboriza. Lo difícil sería encontrar el sitio correcto para coincidir con ella y "conocerla". Ah, y no puedo olvidarme de pensar en un buen pretexto para estar en tal lugar (por ejemplo, si la encontrara en su uni ¿Qué se supondría que estaría haciendo yo ahí y que ella pudiera creer?) .

Bueno, quizás logre conquistarla de nuevo, pero ¿Cómo contener las ganas de decirle cuánto la amo? No puedo hacerlo enseguida. Además, tendría que cuidar mucho lo que le digo, porque si le pregunto por gente que en ese momento se supone que no sé que existe, o por cosas que aún no me haya dicho, pues podría tirar todo por la borda. Y obviamente, también debería evitar decir cosas como "Oye, vamos a... emm, no, olvídalo, aún no existe/aún no hay en México".

Aunque ¿Saben qué sería todavía mejor que todo eso? Que las dos pudiéramos regresar el tiempo juntas. Resultaría realmente lindo ser cómplices en algo así, teniendo toda esa información sobre sucesos futuros (bueno, limitada hasta el año del que partiéramos, obvio), viviendo de nuevo los momentos más importantes y aprovechando mucho más esos años. Seguramente estaría escribiendo estas letras (porque sí, igual tendría un blog) desde algún lugar de Europa, a su lado.

Mmm... tenemos que hacer ese viaje.

*Nota: Mientras escribía este post, me di cuenta de que las cosas pueden cambiar muchísimo dependiendo de las decisiones que tomemos. De hecho, al imaginar las distintas situaciones, fue difícil llegar a la más lógica, pues al no cometer de nuevo pequeños errores, otras cosas más importantes habrían cambiado, lo que podría facilitar o dificultar mis planes originales y definitivamente, hacer que el futuro a partir de ese justo momento empezara a cambiar. Igual y lo más conveniente sería ya no regresar a este presente, sino quedarse en el pasado y seguir avanzando hasta llegar a la fecha de partida (en algún punto del 2011), conociendo cada una de las consecuencias de los cambios efectuados en el viaje y a la vez, prolongar nuestras vidas.

Share/Bookmark

sábado, 13 de noviembre de 2010

Mi llegada...

Si, lo sé..esta entrada llega con casi dos meses de retraso, pero bueno, me disculpo por la pequeña demora y comenzamos!

Después de 24 horas de viaje entre el momento en que salí de mi ex casa en México, hasta el momento en que llegué a casa de mi papá en Francia, llegué muerta de cansancio. No había dormido durante el vuelo México - Ámsterdam de 9 horas, ya que me la pase todo el vuelo llorando después de la despedida con  Mamba.  

Después de eso, a la mañana siguiente, a las 10 am salimos rumbo a Poitiers, en carro. Según el GPS teníamos 6 horas de trayecto. Hicimos 9 gracias a obras de construcción en la carretera…
Pero al fin llegue a mi destino, a las 8 de la noche. Dimos un recorrido en carro para conocer un poco el centro, y mi primera impresión fue: WOW…es una ciudad realmente joven!!  Por todas partes lo único que veía era gente joven, estudiantes,  gente platicando en los cafés y los bares que estaban abiertos, caminando con libros por las calles, todo el ambiente gritaba “juventud”.

Al día siguiente, jueves, después de desayunar fuimos a mi residencia universitaria para dejar mis maletas y ver que me haría falta antes de ir al súper. Cuando entre a mi cuarto de 9 m2 me dio el bajón, cuando entre a la cocina colectiva me deprimí, pero cuando me asomé a los baños colectivos (así es, un baño para cada piso), casi lloro.. Pero me dije a mi misma, bueno, lo que tengo que hacer ahora es buscar un lugar para mi sola, que tenga mínimo baño y cocina.
Después de ir al súper y comprar las cosas que necesitaba, me acorde que tenía que preguntar por el internet en la recepción, así que fui, y la respuesta que me dieron fue: “tienes que esperar entre 2 y 7 días, regresa el fin de semana”. Al final me la dieron hasta el martes siguiente, así que fueron 6 LARGOS días desconectada del mundo…

Nunca creí que sería tan difícil estar en un lugar completamente desconectada del mundo, sin internet, ni televisión, ni teléfono…terminé comprándome una radio solo para no sentirme tan sola… Llamé dos veces a Mamba desde el celular que me termine comprando, hablamos en total 3 minutos hasta q se me bajó el crédito…Después cuando al fin tuve el tan importante y preciado internet, resulta que la conexión es tan baja, que no me permite utilizar el skype ni ver tv por internet… Claro que he descubierto otras alternativas, pero eso lo dejare para otra entrada. 

Share/Bookmark

sábado, 6 de noviembre de 2010

Mi novia del chat

Hay un millón de razones por las cuales no he publicado ni en éste ni en ninguno de mis otros blogs, pero la verdad ninguna es realmente válida y por lo tanto preferiría decir nada más que si lo hago ahora es porque ya era tiempo.

Éstas semanas han sido realmente duras, tanto para ella como para mi; tal vez de forma diferente porque sus circunstancias y las mías definitivamente no son iguales, pero aún así es igual de doloroso porque sufrimos por la misma razón.

Dushka se ha convertido de alguna forma en mi "novia del chat", pues como es obvio, nuestra relación ya sólo es por medio de Internet y el celular, sin abrazos, ni besos, ni miradas, únicamente podemos tocarnos con las palabras y consolarnos un poco más con el sonido de nuestras voces.

Hace muchos años así solían ser mis primeros noviazgos, pero en ese entonces de alguna forma me parecían lo máximo. Llegué a tener como 10 novias al mismo tiempo, y como ninguna era del D.F., la relación con cada una de ellas era totalmente absurda.

En alguna ocasión anduve con una chica de la ciudad por 2 años, pero prácticamente sólo fue mi "cibernovia" porque cada que le pedía que nos conociéramos en persona ponía un pretexto diferente... o bueno, no exactamente, porque ese de "es que es cumpleaños de mi papá y no voy a poder" me lo dijo dos veces en 6 meses. Total, nos conocimos casi por pura casualidad, pues resultó que una prima suya estaba inscrita en mi escuela de ese entonces y con ese pretexto se dio una vuelta. Para no hacerles el cuento largo, la relación fue bien rara y no sabría decirles con exactitud cuánto duró, pues un día andábamos y otro no... y la verdad sólo una vez salimos como pareja y terminó conmigo un 14 de febrero porque yo estaba "enamorada" de otra (cuando menos en ese momento la otra me gustaba más). Y pues hubo una especie de continuación, pero... meh.

Con todas mis otras novias de Internet la relación no pasó de unos meses, unas llamadas y/o mensajes por celular, pero hubo dos que fueron las más "importantes": una de ellas, de Guadalajara, a quien le di el número de mi casa (si, estaba bien estúpida) pero no le dije mi nombre real. Coincidió que siempre le contestaba yo (incluso la vez que marcó a las 4 a.m.), pero la última le falló porque contestó mi papá y por supuesto, dio por hecho que la loca insistente del teléfono se había equivocado de número. Jo, no volví a saber de ella.

La otra fue una demente que sin haber visto jamás una sola foto mía, se obsesionó tanto conmigo que no hacía otra cosa que llamar a mi casa cada 30 minutos. Mi mamá comenzaba a sospechar, pero por más que le decía a la niña estúpida que no volviera a marcarme nada más no entendía y terminó metiéndome en problemas. Las llamadas cesaron el día que le contestó mi progenitora y se quería hacer pasar por mi para ver que le decía. Justo en ese momento me invadió un terror insoportable y sólo atiné a gritar "¡NO SOY YO, NO SOY YO!" (¡bravo!), por lo que ella ya sólo le dijo "Mira, piche vieja degenerada ¡ya deja en paz a mi hija!".

Y como en las películas de terror que son un churro, cuando crees que por fin has matado al monstruo, resulta ser que no. Cierto, no volvió a llamar, pero en lugar de eso comenzó a mandar a sus amigos. Primero hablaba un baboso que decía que me había visto y le había gustado, que quería conocerme. Después fueron las llamaditas estúpidas en las que decían que tenían un paquete para mi mamá, pero que la dirección estaba mal y la necesitaban para poder entregarlo. Ni mi apellido sabían pronunciar.

Eso fue ya hace mucho tiempo, y creí que todo había quedado ahí. Hace poco, cuando abrí (totalmente en contra de mi voluntad) mi cuenta en Facebook, me había agregado. Según yo, ella sólo conocía mi correo anterior, pero aún así no me alarmé (mucho). Hace como dos semanas apenas, vi que estaba etiquetada en una de las fotos de una amiga (y tenía muy poco de enterarme que se conocían). Cuál va siendo mi sorpresa al ver que la foto fue tomada en un evento al que asistí, y haciendo realidad mis peores pesadillas, al ver de cerca la foto de la stalker, resultó que estuvo formada como 10 horas a metro y medio de mi.

Pero bueno. Como se habrán dado cuenta, todas las historias coinciden en que cada una fue un fracaso. La diferencia ahora es que con Dushka llevo casi 4 años y medio de relación en el mundo real, la conozco perfectamente y a pesar de que en ocasiones siento que es al messenger al que le hablo bonito o le digo que lo extraño, definitivamente no cambiaría esta relación virtual por una real con otra chica, pues jamás podré encontrar la felicidad en los brazos de ninguna otra.

P.D. Maldito frío, necesito un abrazo...

Share/Bookmark

sábado, 25 de septiembre de 2010

Internet ¿qué haría yo sin ti? Ah, si, gastar mucho y tener que esperar un mes o más a que me llegue una carta.

La imagen pertenece a ny156uk, bajo una licencia cc.

Acabo de gastar $57.00 en una llamada de 2 minutos y 17 segundos con Dushka. Ya se había dormido, pues en dónde se está quedando (que ya ella les platicará) aún no tiene Internet y pues así cualquiera se va a la cama antes de media noche.

Toda esta semana hemos hablado poco por lo mismo. Por ejemplo, el martes en la mañana (de México) me llamó desde Amsterdam para avisarme que, a pesar de tener que esperar ahí 5 horas antes de tomar el siguiente vuelo, no iba a poder conectarse porque en el aeropuerto le pedían tarjeta de crédito para darle acceso a la red. Un poco más tarde, consiguió conectarse desde otra computadora por 12 euros la hora, pues su laptop no reconocía el Wi-Fi. Aún así, conversamos un máximo de media hora.

Los días siguientes sólo nos hemos comunicado por mensajitos en el Facebook (porque ya en Francia se conectó desde la lap de mi suegro) y una que otra llamada muy cortita.

Se supone que el lunes ya le dan el acceso a Internet en la residencia dónde está viviendo, pero falta ver que sea cierto. A partir de eso, será el Skype el que sustituya al teléfono y seremos felices... o bueno, no al grado de sentirnos realizadas, pero cuando menos ya no estaremos gastando dinero que nos puede servir para estar juntas.

Y yo me pregunto, después de ver lo difícil que ha resultado para nosotras estar en contacto estos días aún en plena era de las comunicaciones ¿cómo le hacían antes las personas para ser tan pacientes y recibir una vez al mes (o hasta en más tiempo) cartas o noticias de los seres queridos que se encontraban lejos? Según me han contado, en el caso de los novios o maridos que se iban a la guerra o a trabajar en otro país, simplemente les consiguieron sustitutos. No a todos, pero con unos cuantos basta para preocuparme.

Siempre ha sido más fácil esperar pacientemente por un familiar, pero no por eso voy a quedarme con los brazos cruzados a esperar que me cambien por una francesa (o un francés) ... Aunque lo más probable es que como yo no estoy acostumbrada, tal vez estoy haciendo más drama del que debería.

Pero bueno. Apenas han pasado unos días, ni siquiera se ha cumplido la semana, pero es el hecho de saber que en esta ocasión no va a regresar después de mes y medio lo que me tiene así.

La extraño tanto...

Share/Bookmark

viernes, 24 de septiembre de 2010

How Deep Is Your Love?


Share/Bookmark

martes, 21 de septiembre de 2010

Día 1: "Se fue..."

Esta frase ha estado dando vueltas por mi mente desde el mismo instante en que te vi por última vez, cuando te alejabas con tu maleta rumbo a la sala de abordaje. Pocos minutos antes, cuando nos despedíamos entre lágrimas y con un abrazo, no quería soltarte, pues sabía que iba a ser la última vez que podría tenerte entre mis brazos durante mucho tiempo...


Aún no puedo creer que llegara tan rápido el día de tu partida, tardaré bastante en poder asimilarlo.


Además, me parece algo irónico que fuera en lunes, como aquél de hace 4 años y 3 meses en el que comenzamos nuestra relación.


El día de hoy desperté con los ojos hinchados, pues pasé varias horas de la madrugada llorando por ti.


Y a pesar de lo horrible que va a ser estar tan lejos durante tanto tiempo, de una cosa estoy segura: esto es temporal y tú y yo volveremos a estar juntas de nuevo, pues voy a hacer hasta lo imposible porque así sea.


Te amo...


Share/Bookmark